30.3.18

DUBIDUUU SEXIE LESLIE DADADAAA...


(guitarritas colorás)
nadie sabe
(pijamas sagrados)
si te debes asustar
o seguir haciendo la compra
paranoias no admitidas
venenos en flor
mariposas amarillas
pero qué pedíamos
dime
cuando aquellos barros
anunciaron sudor y purpurina
y las grosellas derramaban su sangre
pienso en ti en cualquier momento
especialmente
cuando no sé qué va a pasar
(en el ojo del huracán)
es un acierto el ojo
de la mirada tras las fuentes
y sus edificantes brillos
¡la voracidad del ojo!
que todo lo agarra sin tocar nada
y es un acierto la nada
su intento de darme cobijo
para que no perturbe al mundo
con los espejos de mis instintos
(Otto K. llama al amor ternura iniciática fusional más una suerte de pasión edípica y yo pienso en el éxtasis y vértigo de la otredad)
Tu nombre me caló hasta los huesos
piñas púrpuras
mira a otro lado cuando me acerque
aceitunas plateadas
que si nos adivinamos la oportunidad
lluvias naranjas
reirá el poeta de absenta
estaciones de chocolate. 





A verdad o desnudo.

Calmando las vértebras de mi cuello.
Rompiendo los extremos
y ante todo
rompiendo los intersticios.
Embestidas de adicción lacunar.
Lacunar lagunar lunar.
Un crío al que le arde la piel.
Dame más,
llévame al intento.
No serás el mismo,
tatuajes despedidos,
personajes de películas con tiros y humor negro.
Jugué las prisas
partida de verdad o desnudo.
El agua me abrazó las pestañas.
Me disolvió los pulmones.
Y caminé las mismas paredes de flores.
Desatornillando las salidas de emergencia
para que nadie
nunca
jamás nunca más.
Amasé ladrillos irónicos
y perdí el mérito
(dejarse tropezar es tan fácil como cuentan).
Palpé mis costillas contando ausencias.
Pretendí alegrías que sí pudiera creerme.
Supe de lo insalubre de algunos rincones de mi cerebro.
Y aun así,
me visita la paciencia algunas tardes.
Me permite colacaos y galletas.
Perros ladrando que suenan a calefacción.
Y yo grité ¡victoria! tras tus ojos.
Y nada más.
Sólo desnudo y verdad.
Sea este incesante volver
mi manera de correr hacia Rimbaud.




Llevando tu abrazo colgado al cuello.


Despierto
en esta extraña fantasía frenética a la que llamo cotidianidad.
Habito
esta ciudad donde seguían los mismos lirios esperando mi sombra.
Y yo tan otra y tan igual,
con tu complicidad flotando las paredes de mi mente.

Desde ti 
las pausas clarean los cristales
y bailo afianzando las coronas que supimos nuestras.
Desde ti los sueños se han llenado de una felina delicadeza
y las secretas luces susurran intentando traer
tu voz
cayendo sobre mis ojos cerrados
deshaciendo las grietas.

Desde ti
una intimidad tejida de conversaciones como hogueras,
los arañazos de la ternura,
los rugidos que aquejan no verte,
los desayunos al sol que miran como tú.
Y desde ti también tu risa
abriendo las calles para ser
...más allá de todo...
 
Mientras hay sabios buscando su lugar en los semáforos
y personas-insomnio agarrándose la mano,
yo
pienso en ti
queriéndote con curiosa fascinación
- así sea conocer a alguien como tú -
tan emocionante que libera,
tan inspirador que exalta.
Y adoro
esta vida mía con su ausencia de certezas.
Y adoro  
esta vida tuya tan llena de ti.


 




Árbol imbatible 1.


Ruge mi dulce tambor de asperezas y suspiros.
Cae con su joven ternura.
Taman galopa como si le quemara la tierra.
Le recorre la frente una lágrima de nieve.
Yo corro como si me quemara la tierra.
Me recorren los pies sus rastros de crin.
Somos centellas rojizas atravesando campos
- demasiado distintos.

Los mimos están perdidos en los parques,
sólo se les mueve la mirada.
Es suculento mi ánimo cuando se hornea lento en el pecho.
Aquí dejo mi cuerpo
dispuesto a ser devorado.
Estaba nuestra escarcha donde siempre.
Esta manía de escrutar los misterios de la raíz
rezando por no dejar caer el velo.

Tengo que callar
como una lengua muerta,
mientras mi mente se seduce en piedras.
Si hasta aquí pretendías llevarme,
a qué tantas flores.

Taman y yo corremos
como si el amor nos hubiera dado su último beso
y no supiéramos
dónde
ponerlo a salvo.




Mimo en el sueño y sueño en el mimo.


Quise dejar mi sombra vagando por tu espesura,
pertenecer liviana y libre a tus calles.
Aquí están mis alientos,
espesos como dulce de leche,
aquí
      cayendo
               al océano que no logré abrir.
Tras la profunda inmersión revivieron los espejos
...y no me rompieron,
y amar fue más fácil, casi natural.

He tenido un sueño
lleno de punk, rock&roll y revolución.
Lleno de ruta y mimo,
lleno de noches excitantes como un gran sol,
lleno de compinches dispuestos a ser héroes.
Una nueva mitología de miradas tatuadas
tu voracidad inolvidable
la infinitud de los pies de la poesía.
Un sueño genuino
para permanecer inspirada hasta volver.

Me conmueve esta vida mía de aves amarillas,
pechos en flor
y pirámides aladas.
Me conmueve esta vida mía de calma ardiente,
habitaciones de arena
y ser mujer.

He tenido un sueño lleno de emociones como esferas
y las he contemplado,
sostenido en las manos con cuidado de malabarista.
No lo vi venir:
la taquicardia,
aprender a llorar por las vértebras y con paciencia.
Una belleza que te atraviesa,
te desprende,
te inunda.

He vuelto a casa
como quien se arranca llevándose la tierra nueva dentro.
He vuelto a casa siendo quien conocisteis,
y siendo otra más
que dice dale y pibe cada tanto.
He vuelto con todo el amor de que soy capaz
y, mi fortaleza de sensibilidades,
lejos ya de asfixiarme,
me habita.
Me corona la sien.




Los domingos al sol.


Entrañable viene de entraña
y victoria de ¡viva!
y ¡viva! de vida.
Mirarnos tan extraño
hizo nuestro amor
una vulnerabilidad casi tolerable
exquisita manera de fatalidad
o acierto
- extrañar también significa echar de menos-.
Acreciento la pausa y miro
cómo vienen las orcas a por la lengua de los cachalotes
y cómo nos enamoramos
todo el tiempo
y a la vez, en el momento menos pensado.
Parecen tan de otro tiempo
- las cruces de tierra y los abismos de alambre...
Cómo comprender la transmutación requerida,
el mito escondido en el sudor del sueño
y el latido que aquí dejo.
La oportunidad de los domingos al sol
o la curiosidad de los karaokes coreanos.
Aparecen
voces que nos envuelven como oxígeno cálido,
algo más allá de las aceras,
el suceso que asciende a las azoteas.
Lo feliz que soy acá.



Amanece como puedas.


"Yo solo punk."
Diego.

Acto único sobre Resina y Farolito. Resina nº1 se ha salpicado sobre uno de los cristales de Farolito nº 3. Ambos conversarán hasta que Resina termine de resbalar por el cristal y se precipite en la calzada.
- F: Eres como el corazón de los ángeles: traslúcido y denso.
- R: Siempre quise ser esto, sangre venida del cielo. De pronto están las perspectivas que nos deforman y rompen el ojo ciego.
- F: Yo quise ser luciérnaga. No me ha ido tan mal después de todo, luz tengo. Pero la electricidad a veces es demasiadas cosquillas para mí que tengo que permanecer aquí clavado.
- R: Pareciera fácil ser la metáfora de nuestro deseo.
- F: No digo que huiría porque no me quiera comprometer con la vida, es por una batalla campal entre mí y mis fantasmas. Huiría porque no quisiera verme caer ante ellos. Eso me aterra.
- R: Cuando ardemos nos descubrimos. El fuego quema las vestiduras, derrite la máscara y aparece toda nuestra belleza. Me queda poco para caer. Dime lo último, tal vez lo recuerde algún día.
- F: Tu tacto ha sido una revelación.
- R: Te diría que me recuerdes cuando maúllen los gatos y que tienes fiebre. Piensa en eso. Y en este largo surco que sin pretenderlo te estoy dejando.
- F: Cuánta niebla. Como si el mundo perdiera la memoria.





En duermevela.


Es esta casa un juego de papiroflexia
en la que todo cabe
y tal vez mañana nunca nadie
y mi sudor siempre confuso
una imploración a las nubes
que sin ceder su movimiento logran siempre estar

En vez de renunciar al amor
lo tatúe despacio justo antes de los 29
- sonaba Patti Smith -
una bendita quemadura en mis costillas
acompañándome a lo largo de escaleras plateadas.

Todo se transforma cuando creemos escuchar nuestra verdad
ese interior convulso nos llueve desde las grietas de la razón.
La verdad es una casa de juegos de papiroflexia
en la que todo cabe
y tal vez mañana ya nunca nadie
¿cuántas maneras hay de terminar una canción?
¿cuál será la voz que se aparezca ante el amor
y golpee la tierna ventana?

Es extraño,
esta noche se sabe un canto
y miro de vuelta a casa los portales
como si todo mereciera la pena
como si quisiera dedicarte el deliro más hermoso jamás concebido.
O rezarle a mi retina
que te retuvo aquel día que pronunciaste "transitar"
- esos instantes de transparencia -
- de atravesar los límites que podemos acariciar de Dios -.

Quisiera ser todo lo que nunca fui
si eso pudiera apaciguar mis fiebres,
si con eso pudieran arrastrarme las flores de mis ojos
a aquel lugar donde siempre quedas
abriendo puertas a lo innombrable.
En lo no escrito estás
empapándolo todo
-mientras golpes de batería al ritmo que los ángeles nos sueñan-
porque amas más allá de lo posible
y eso tan impenetrable del fuego
lo haces VOZ
y yo logro no claudicar
y entiendo mis pulmones escuchando un cassette de The Clash
y arrojo "entrega" como última palabra posible del poema.






Se pasea bien entre flamencos.


Existir como toda una gesta ¿carente? de teórica. La liberación es una  ¿extenuante? entrega a la única ruta posible. Busco mi cabeza y la encuentro donde casi siempre, jugándose las neuronas en casinos de colores para que la fiesta nunca acabe. Mirándose despacio en los espejos por destruir. Somnolienta y enamoradiza cabeza. Y el estómago un arrepentido que siempre se preocupa y aprieta. Que cuando comienza a sentir siempre arde por escapar. Nada está bien nada es seguro ni bueno ni lo que nos legaron, dice. Pero esta vez, los espejos están por destruir y hay noches poderosas como abismos. Y Lau me ha enseñado el poder de decir RAAAMMMM. ¿Detendremos alguna vez algo de todo lo que nos harta? Vivo alimentándome de poemas con la esperanza de convertirme, literalmente, en verso. Soy párpado acariciado. No lo he dicho nunca antes, pero he amado a personas con ombligos que me encantaban. Lo juro. Bueno, he amado a personas realmente geniales toda mi vida. Aaaaooooooouuuuuuaaaaaoooouuuuuuiiiiii!!! No dejes de correr con los punks.  El otro día pensé que no hay instituciones "por amor a la Matria". También que no estoy segura de si mi cuerpo es exactamente como lo veo. O de cuál de todas las maneras que lo veo es realmente.

          Es en los límites la vida y en lo cotidiano el amor.



Relato de sólo 13 comas.


Cuando la danza es dulce y la vida un desprendimiento y amarte intentar parecernos al rostro de la libertad mientras construimos firmamentos y nos sabemos el guiño íntimo o la sabiduría necesaria. Ya dejé todo limpio. El barro se pierde en el desagüe. Las camas de nadie ahora son de otro todos. Ya te dije, no paré de repetirte, con la excitación arañando las paredes de mi pecho: es una de esas tierras que te arrancan el dolor, o qué se yo... lo acentúan, según cada uno imagino... el caso es que te dejan contigo mismo, como un espejo pardo, una extensión distinta a lo visto antes, a la vez como una continuación de nuestras almas... no sé si lo puedes imaginar, la ruta, ya te dije, no paré de repetirte. Es un cielo distinto, como de tiempo retenido. A veces no disimulo mi incapacidad para permanecer. Lo notaste, ¿cierto? Pero acá se siente bien, y hace varios días que llueve y me tragó un charco y te pedí auxilio besándote. Hay un aliento húmedo de selva entrañas y mariposas. Por ahí un cariño pese a todo. Y un bosque congelando sus raíces en el lago. Niños  sorteando  palmeras. Las cataratas escupen tanta agua que pareciera quisieran arrastrarlo todo rugiendo poderosas fascinantes paradisiacas incluso enojadas. ¿Hay alguna verdad en mis instintos? Es acaso mi piel capaz de conocerte mejor que yo. Infinitud de voz y rostro conocido, aquí mi quebrada esencia y tu extraña presencia en las blancas habitaciones de mi cerebro. Autobuses tardíos . montañas de colores . rojos de humo . rodillas de sal . caro oxígeno . pueblos reveladores sin puertas . y 700 años de espinas de miel. Yo también hay veces que no sé cómo se sujeta un te quiero pero nos sueño con mimo y en el vértice de la posibilidad nos intuyo.




La piel astillada que no duele.


Lacónicas evocaciones de nieve.

Una extraña calle en movimiento se tambalea y titubea me tambaleo y titubeo somos dos líneas de velocidad paralelas.
Nube sin fin nube rasa gris.

Me mirará el ángel del espejo con gesto de silencio.
Está todo
desastrado
extraño
urgente.

Sólo 3 ó 4 lágrimas
densas como un vino viejo.
Duermo desvaneciéndome
- agotador huir cada minuto del dolor-.

Transito nuestro nombre desde su ombligo.
Transito mis desiertos con la terquedad con que supiste quererme.
Los esqueletos son de alambre, amor,
por eso nos refugiamos ante el mínimo estallido.

El pianista está silbando mientras toca
-creo que dios se le debería parecer-
"tres puntaditas de un deseo" dice que se llama.

Ah, mi dulce enjambre de ecos...
logro ya escribiros como un baile
un arsenal de rarezas que me construyen
sedienta   voraz   
torpe balada.
Transito la fiesta de los improvisados,
los atravesados noctámbulos,
salvándome
(por los pelos y por el arte).

Arrancadas las arañas de mis secretos.
Confiando en tus manos y en tu verbo.
Tan callado era mi amor
que nunca olvidaré la fuerza con que supiste quererme.





"Huele a cocido, sabe a vino y suena jazz" escribió en la servilleta Sara.


"HUELE A COCIDO, SABE A VINO Y SUENA JAZZ" ESCRIBIÓ EN LA SERVILLETA SARA.
la valiente exterminadora de mis monstruos.
la alentadora de mis rodillas en ruta.
el milagro y el abrazo ante toda incógnita.
pateando a mi lado los límites.
reduciendo la fiebre sin apagar el delirio.
habitándome desde tu nacimiento.
y el campo acechándonos más allá de tu cámara.
guirnalda de claridad.
llamándome Thelma.
leyendo tras mi risa el abismo.
eligiéndome en tu equipo.
la mayor verdad de mis poemas.




NUESTRAS MONTAÑAS DE INTIMIDAD.


Ejerces en mi tu inmortalidad
esa atroz ausencia de limites 
me haces llorar tu saliva
acompañarte con mi última inocencia preparada para hacerse carne
muerta de miedo y ansia
vulnerable 
iluminada 
ese tipo de claridad que se llevó mis cimientos
te digo que mi vida tiene sentido
y me lanzas una corona que no pedí
un sueño silencioso que recorre mi cuerpo como único amor posible
calles lluviosas tan lejanas de mi casa
traen una rendición
una redención
aun no conocen la levedad de mis tobillos
y entonces
el fuego.



Biblioteca-café (I)


Hay una blanca desesperación en tus manos
mientras tocas una vida que nunca formará parte de tu historia.
¿a quién podrá culpar mañana?
Siguen volando cerdos de colores por la pared.
Y dime dónde un intento de recuerdo en la lengua seca.
Patinan por el infinito los deseos de los niños
y el valor
de sus padres.
Mi cabeza bajo el pecho latiendo desubicada.
Pequeño mar de cristal:
oculta mis ruegos.

Dulces relámpagos de orquídeas,
ejércitos de caderas salvándome la vida,
percusiones profundas,
ceniza en el pelo de los llamados incendiados.
Allá donde escapo nos encuentro.
Bendita insumisión
¡bajad al sótano!
Hay jaleo, vino, libros y jazz.
Los músicos se acumulan en la escalera de madera
- ¡Estamos llamando al trompetista!
Todos ríen, tarda en subir con un beso en el rostro.
Comienza su largo juego atrayendo mareas.
Pequeño mar de cristal.
allá donde escape.



Mi goonie favorito.


Estas aquí,
con esa mirada tuya de años de abrigarme
acompañándome cada kilómetro de océano que he volado.
Estoy allí, abrazándote queriendo ser
la velita de cumpleaños  que se esfuerce en que se te cumplan  los deseos.
Y me rio porque te queda curiosa esa manera de adulto.
Y sé que somos imparables,
-ahora más que nunca cariño, haz el favor de creerme-.
Descansas tanto interior que lo quieres cerrar bajo llave
y yo abrirlo porque sé que en tus abismos nada malo puede pasarnos,
sólo
aprender secretos y volver más sedientos
recreándonos en silencio.
Estamos
con el amor intacto
y flores en las manos
de las que nunca tendremos que arrepentirnos.



A 38 km (y 3686 metros de altura) de BBAA.

Era tal vez el duelo de una nariz 
contra otra 
nariz
lo que me hacía temblar al recordarte.
Una pequeña pieza en la mente
que salva todo tu cuerpo de la desesperación.
Será el verbo una huida.
¿Se saciará la lágrima tierna
-tal vez la caricia del rayo-
o aparecerás tras las esquinas de esta tierra 
perpetuando tu latido en mi sien, 
arrullo exquisito y perdido?
El arte de las bestias
las bestias hermosas de la revolución
¿dónde está la medalla de bronce de mi imperfecto salto
-al infinito de nosotres-?
Un fervor a tus manos de infancia de pianos
aterrizando esta nueva tierra: 
el sur de la gigantesca América.







Tuétano radiactivo.


Siempre reía hacia el cielo, no es algo que haga de manera natural y genuina todo el mundo. Una carcajada estallando contra la bóveda contaminada de Madrid. Me vi reflejada en unos ojos de amor, no tiene otro secreto mi supervivencia. A veces pasa que un cocodrilo devora la realidad. A veces hasta los tatuajes cambian de color, una vieja con un tatuaje que pone "Somos unos niños". Baila, valiente, te estábamos esperando, no dejes de hacer malabares, nos diviertes apagando fuegos, oh si, sé que les divierto, con sus bocas llenas de guiso de mundo. El norte de África vende desde sus palmerales dátiles a los turistas, saben como un rayo de sol tan dulce que te empapa el corazón. Tiene un secreto el desierto, tiene un secreto asesino y originario. Nada es lo que iba a ser excepto los sueños que siguen JUSTO AHÍ SIEMPRE, parapetados y prometedores. Ojo! Recuerda.... las partes más extrañas de la intimidad terminarán siendo tus favoritas. Tras tus gemidos besaré tu frente haciendo del sudor de tus mañanas mi boca. Justo en ese instante antes de perdernos hay tanta luz que me lloran los ojos y me arden los dientes en medio de la risa. Ayer soñé que se me rompían las costillas y me pinchaban un pulmón que rápido se desinflaba -como si fuera un dibujo animado, indoloro y tan de mentira-. Frusciante cantaba que hay tiempo aún para despedirse, pero estoy nadando a monopulmón oh si a medio pulmón las playas están tan saladas... Aquello del bien y del mal, vagabundo de la costa, es sólo un residuo de la moral. Yo hablo solo de la belleza, para esa búsqueda eterna existo y no para otra. Nos cruzamos desde autobuses y aceras ya tan sin nosotr_s y lo único realmente libre en el mundo es el jazz.
Nos mentimos muy lentamente
para que doliera menos soltarnos las manos
nos mentimos tan lentamente que dijimos la verdad.
Ruge mi sol decolorado
sol gigante sobre mi cráneo adormecido.
La amenaza de la asfixia
contra corazones poderosos e inflamados de hierba,
corazones ardientes de juventudes que un día fueron la tuya.
Me defiendo de la lágrima atravesando al fantasma.
Mis huesos radiactivos parecen fuego fatuo
y atraigo con ellos a los ángeles.
Quieren mi tuétano mágico
el jugo de mi pasión dentro del esqueleto abrasando la realidad.
Intento abrazar a esta nueva soledad
salida de mis entrañas,
de un parto doloroso a grito de nuestro nombre.
Y me apacigua su silencio
comprendo en él mis años venideros.
Mis contradicciones son las afamadas hijas
de un espectáculo de heridas y viejas glorias
un disturbio y la campana de la paz
y la única salida es ser inconsciente
para darle a todas habitáculo.


A Sara le gusta que huela a lima.

Son casi las 8 y se apoya la cena en el suelo del salón.
Falafel, lima y cilantro.
Ay de mí si hubiera sabido memorizarte ayer,
ayer parece tan felices como criaturas imposibles.
Pacientes con nuestras miserias,
bellos en nuestra inocencia.
Y qué podemos hacer frente al comienzo de todo si es el deseo
y los deseos de ayer ya no existen.
Nuestros titubeos de los 90,
vaqueros con parches en las rodillas.
Enamoramientos en falso,
enamoramientos inconscientes y reales,
tiernos como las galletas.
Tú me contabas sin parar y yo lo visualizaba todo
como si quisiera atrapar ese pasado tuyo
y jugar a que te conocía desde siempre,
a que éste presente beatífico que exprimimos ya existió tantas veces
que cabe la esperanza de que no deje de existir nunca.
Falafel, lima y cilantro,
hacen surcos en el suelo:
los esfuerzos de los momentos que se construyen hogar.
Me gustan los pijamas y las naranjas las mañanas de domingo.
Puede que esa sea mi única estampa posible de futuro.
Huyo de las lágrimas y de la muerte como sólo los locos saben hacerlo.
Los niños colocan cada noche las estrellas para alumbrar a los mayores
desde balsas mágicas de náufragos jamás heridos.
Te querré tan profundamente que desaparecerá todo rastro de oscuridad porque,
ay,
el amor es el amanecer,
es la luz o no es nada,
el amor es a pleno pulmón y con las cortinas arrancadas.


A Sara, hermana-heroína, por salvarme de los peligros del bosque incluso cuando sueña.