30.3.18

Llevando tu abrazo colgado al cuello.


Despierto
en esta extraña fantasía frenética a la que llamo cotidianidad.
Habito
esta ciudad donde seguían los mismos lirios esperando mi sombra.
Y yo tan otra y tan igual,
con tu complicidad flotando las paredes de mi mente.

Desde ti 
las pausas clarean los cristales
y bailo afianzando las coronas que supimos nuestras.
Desde ti los sueños se han llenado de una felina delicadeza
y las secretas luces susurran intentando traer
tu voz
cayendo sobre mis ojos cerrados
deshaciendo las grietas.

Desde ti
una intimidad tejida de conversaciones como hogueras,
los arañazos de la ternura,
los rugidos que aquejan no verte,
los desayunos al sol que miran como tú.
Y desde ti también tu risa
abriendo las calles para ser
...más allá de todo...
 
Mientras hay sabios buscando su lugar en los semáforos
y personas-insomnio agarrándose la mano,
yo
pienso en ti
queriéndote con curiosa fascinación
- así sea conocer a alguien como tú -
tan emocionante que libera,
tan inspirador que exalta.
Y adoro
esta vida mía con su ausencia de certezas.
Y adoro  
esta vida tuya tan llena de ti.


 




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