30.3.18

Tuétano radiactivo.


Siempre reía hacia el cielo, no es algo que haga de manera natural y genuina todo el mundo. Una carcajada estallando contra la bóveda contaminada de Madrid. Me vi reflejada en unos ojos de amor, no tiene otro secreto mi supervivencia. A veces pasa que un cocodrilo devora la realidad. A veces hasta los tatuajes cambian de color, una vieja con un tatuaje que pone "Somos unos niños". Baila, valiente, te estábamos esperando, no dejes de hacer malabares, nos diviertes apagando fuegos, oh si, sé que les divierto, con sus bocas llenas de guiso de mundo. El norte de África vende desde sus palmerales dátiles a los turistas, saben como un rayo de sol tan dulce que te empapa el corazón. Tiene un secreto el desierto, tiene un secreto asesino y originario. Nada es lo que iba a ser excepto los sueños que siguen JUSTO AHÍ SIEMPRE, parapetados y prometedores. Ojo! Recuerda.... las partes más extrañas de la intimidad terminarán siendo tus favoritas. Tras tus gemidos besaré tu frente haciendo del sudor de tus mañanas mi boca. Justo en ese instante antes de perdernos hay tanta luz que me lloran los ojos y me arden los dientes en medio de la risa. Ayer soñé que se me rompían las costillas y me pinchaban un pulmón que rápido se desinflaba -como si fuera un dibujo animado, indoloro y tan de mentira-. Frusciante cantaba que hay tiempo aún para despedirse, pero estoy nadando a monopulmón oh si a medio pulmón las playas están tan saladas... Aquello del bien y del mal, vagabundo de la costa, es sólo un residuo de la moral. Yo hablo solo de la belleza, para esa búsqueda eterna existo y no para otra. Nos cruzamos desde autobuses y aceras ya tan sin nosotr_s y lo único realmente libre en el mundo es el jazz.
Nos mentimos muy lentamente
para que doliera menos soltarnos las manos
nos mentimos tan lentamente que dijimos la verdad.
Ruge mi sol decolorado
sol gigante sobre mi cráneo adormecido.
La amenaza de la asfixia
contra corazones poderosos e inflamados de hierba,
corazones ardientes de juventudes que un día fueron la tuya.
Me defiendo de la lágrima atravesando al fantasma.
Mis huesos radiactivos parecen fuego fatuo
y atraigo con ellos a los ángeles.
Quieren mi tuétano mágico
el jugo de mi pasión dentro del esqueleto abrasando la realidad.
Intento abrazar a esta nueva soledad
salida de mis entrañas,
de un parto doloroso a grito de nuestro nombre.
Y me apacigua su silencio
comprendo en él mis años venideros.
Mis contradicciones son las afamadas hijas
de un espectáculo de heridas y viejas glorias
un disturbio y la campana de la paz
y la única salida es ser inconsciente
para darle a todas habitáculo.


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