30.3.18

En duermevela.


Es esta casa un juego de papiroflexia
en la que todo cabe
y tal vez mañana nunca nadie
y mi sudor siempre confuso
una imploración a las nubes
que sin ceder su movimiento logran siempre estar

En vez de renunciar al amor
lo tatúe despacio justo antes de los 29
- sonaba Patti Smith -
una bendita quemadura en mis costillas
acompañándome a lo largo de escaleras plateadas.

Todo se transforma cuando creemos escuchar nuestra verdad
ese interior convulso nos llueve desde las grietas de la razón.
La verdad es una casa de juegos de papiroflexia
en la que todo cabe
y tal vez mañana ya nunca nadie
¿cuántas maneras hay de terminar una canción?
¿cuál será la voz que se aparezca ante el amor
y golpee la tierna ventana?

Es extraño,
esta noche se sabe un canto
y miro de vuelta a casa los portales
como si todo mereciera la pena
como si quisiera dedicarte el deliro más hermoso jamás concebido.
O rezarle a mi retina
que te retuvo aquel día que pronunciaste "transitar"
- esos instantes de transparencia -
- de atravesar los límites que podemos acariciar de Dios -.

Quisiera ser todo lo que nunca fui
si eso pudiera apaciguar mis fiebres,
si con eso pudieran arrastrarme las flores de mis ojos
a aquel lugar donde siempre quedas
abriendo puertas a lo innombrable.
En lo no escrito estás
empapándolo todo
-mientras golpes de batería al ritmo que los ángeles nos sueñan-
porque amas más allá de lo posible
y eso tan impenetrable del fuego
lo haces VOZ
y yo logro no claudicar
y entiendo mis pulmones escuchando un cassette de The Clash
y arrojo "entrega" como última palabra posible del poema.






No hay comentarios:

Publicar un comentario