¿Dónde esta la tierra cuando la necesitamos para hundir en ella las rodillas,
para mancharnos de semillas la cara
y mirar al cielo gritandole que se abra?
¿Por dónde esta entrando este vacio
y cómo, dime cómo, has logrado llenármelo de promesas?
¿Cómo viste que lloraba las primeras nieves
mientras me negaba a reconocerlo?
¿Hacia dónde y por qué este tren solitario? Este tren tan no-tren sin ti.
Corren por el campo de centeno como los niños de Salinger,
sueño el sueño de Holden
contemplando su juego
intentando correr tras ellos antes de que caigan en el abismo
al limite
y el limite no existe.
La literatura guarda una espada de verdad en su mirada
y, mientras nos dejamos atravesar, bailamos.
Ese es nuestro secreto de miércoles.
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