He creado la tormenta perfecta, a temperatura
idónea y con el grado justo de electricidad. En ella justifico este dolor mío
innombrable, no autorizado, no acunado, hermético. Mi mente es mi jaula y mi
libertad. Un misterio aletea su centro. Como un lago oscuro en el que
sumergirse está lleno de incógnitas. Una sed que a veces ni yo misma entiendo.
Un incendio. Y créanme, también es hermosa, mi mente es bella como guirnaldas
de estrellas. Mi mente es bella como los campos de trigo verde. Como la
perfecta aliada, el reino de los sueños y los afectos. Bella como un guiño del
amor. Como un manantial cristalino tras cuya verdad, oh amigos, tras cuya
verdad camino.
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