Las esquinas del mantel bien limpias
aunque la mesa este manchada de llanto
sopa y pan a las 10
aunque el plato yazca estrellado
junto a una mirada tierna que reconstruye cada día los cristales.
Ay de ti y de todo lo que ibas a haber sido
¿donde el buen amor?
Dime
desde hace cuánto mendigas
-el buen amor-
¿existe?
¿Puedes acostumbrarte a encogerte en amenaza?
Qué clase de miedo retiene
aunque la mesa este manchada de llanto
sopa y pan a las 10
aunque el plato yazca estrellado
junto a una mirada tierna que reconstruye cada día los cristales.
Ay de ti y de todo lo que ibas a haber sido
¿donde el buen amor?
Dime
desde hace cuánto mendigas
-el buen amor-
¿existe?
¿Puedes acostumbrarte a encogerte en amenaza?
Qué clase de miedo retiene
qué clase de miedo
no deja huir.
Qué clase de hielo
encarcela tu sangre.
Te casaron la sin
sed.
Nos casaron las sin
sed.
Abandona los
relámpagos de tus pies mujer.
Deja en la
buhardilla oscurecer lo que ibas a haber sido.
Y siéntate en la
mesa a las 10.
¿Puedes
acostumbrarte al grito de madrugada?
¿Al hijo aterrado?
Ay de ti...
te casaron la sin
sed.
Despierta a toda la
electricidad de tu naturaleza
tu risa es real
tu canto
inquebrantable.
Desde hace cuánto
mendigas
-el buen amor-.
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