30.3.15

"Bajo el imperio de una zona erógena."



Tengo un molinillo blanco que gira despacio
atascado en su propia inestabilidad
jugándose unas ganas nuevas a cada tacto
sabiéndose torpe y sonriéndome
reflejándome la sonrisa
encendida en  cereza
recordando juntos
el temblor que disimulé mal cuando noté tu respiración cerca de mi cuello.
Me habita una loca emplumada
que se cree apache de piel roja bajo el sol de un bosque que ya no existe.
Que se cree capaz de hacer burlas tontas y salir bien parada
como si la vida siempre perdonara.
Es una cría asalvajada que no descarta vivir algún día en los árboles
y que se ríe de mi,
de toda la timidez que me trago a diario,
del titubeo que escondo cuando intento alterarte
y de que pueda ser la mujer más torpe del mundo cuando me miras con la ceja levantada.
Ruedan mis instintos por un mundo a tu tacto
y mi mente tras la tuya desplegada en su descubrimiento,
buenas noches de cosquillas naranjas.
Siestas largas de caderas y manos,
para luego esconderte las guerras tras el café por las mañanas.
Que sí, caray que claro,
claro que la vida puede ser maravillosa. 





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