30.3.15

Lo que logré contarte escuchando en bucle a los Libertines.


¿Sabes?
Me obsesiona mirar el mundo como lo habría mirado en la prehistoria
Tengo un recuerdo visión que me susurra algunas noches
Cueva, caverna,
nos damos calor,
compartimos terrores
si fuera truena,
si se rompe el cielo.

Semillas mágicas
dejando huella en la roca,
bayas salvajes recolectadas para ti,
alimentémonos, mi amor.
¿Sabes?
Cómo sería el amor, si...cómo sería...
Había un rostro siempre borroso en mi escena milenaria
Amar sabiéndose sin tiempo
en un pulso constante contra la extinción.
Amar sin sucedáneos ni sustitutos,
sin matices inventados.
Sólo el puro sentimiento,
sólo tener para compartir el ser propio.
Y hacer frente juntos
a las fascinaciones y miedos por un mundo
donde todo es misterio y descubrimiento.

Tenemos mil millones de años, amor
Eso lo grita la genética que aún nos queda de cuando flotábamos en el mar
Me dejé hipnotizar por una hierba azul que serpenteaba como el humo del limbo
Me fui hasta la húmeda profundidad del onirio
No logré avisarte y me perdí entre un bosque de piernas que bailaban
No logré avisarte pero te llevaba conmigo
Gritos y risas lanzando mi mente contra el mantra de la psicodelia
"Disfruta del viaje" me sonrió un rostro sudando juventud

Me dejé perder en el infinito de un cielo atemporal
mi corazón salió despedido de mi pecho y se estrelló contra el vacío
resbalaban fragmentos palpitantes que se hicieron luz de bengalas
esparciéndose como bailarinas buscando su posición en la coreografía de la oscura esfera
y se quedaron girando fouettés hasta el fin de los tiempos.
Volvieron a mí aquellas estrellas prehistóricas
volví a mirarlas desde la roca fría pero esta vez no necesité preguntarme qué eran.
Volví a tener bayas recolectadas en las manos
y un mundo infinito galopando en mis ojos un paisaje imposible
solo que esta vez reconocí el tacto de la mano que se alimentaba a mi lado
esta vez reconocí la sonrisa de la que ya me había enamorado una noche en Madrid. 
¿Sabes?
En ese futuro los humanos y el mundo serán muy distintos
tu y yo no
en los tiempos del cemento nos ducharemos a carcajadas
nos besaremos tropezando en el mar
y sabré todas las veces que te conocía desde hace mucho tiempo
que te quería
desde cuando los helechos aún recordaban el aliento de los dinosaurios.

Amar en la limpia atmósfera primera,
con el silencio del idioma primero.




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