30.3.15

"El karma, ese maldito bumerán de acero!"- dijo Carla Anciones.


Eran días de fiesta
Era la mejor cosecha del año bebida suave aprendida caliente
Se te han evaporado las hadas de las manos en esta sociedad diseñada para hacer yonkies diseñada para señalar a los yonkies
Tiembla como un casquillo de bombilla a punto de estallar
Con qué inquietud retirar la cafetera del fuego
Qué ansia por arder en una noria fantasmal
Sin penumbra que pudiera frenar su sed
A la carrera de un mordisco colérico y definitivo
Con tus culpas bajo el brazo como un periódico de fechas emborronadas
Tanto amor aprisionándote el pecho
Haciéndote un llanto dulce de la soledad
Poniéndote ojos de huida al descolgarte de las estrellas
Coronándote de flores cuando encuentras un entrelazar de manos
Te entregas a una danza maldita
Te estrellas una y otra vez contra una luna borracha
Eres un manojo de ilusiones descolocadas
La paz que da saberse anarkia cenando tranquila en casa
Cena romántica con velas y vino para todas las personas que puedan caber en la mesa
Buenos alimentos y sueños resucitando la mirada
Rodando sobre el humo de los pierrot extinguidos
Tenemos hierba y tierra rasgándonos las rodillas
Lluvia recorriéndonos la garganta
Un juego de destinos enrojecidos de tanto insomnio
Una pasión imposible de atropellar por el acero del mundo
Respira tranquilo niño impaciente
Vagabundo de cristales rotos
Un secreto bailando claqué
Me hizo hierbabuena en tu ventana
Y que alegre locura revolucionarte los pulmones por las mañanas

Foto de Sara Baquero Leyva

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