Las plumas
atrapan los sueños de los niños locos
arrastrándolos lejos
salvándolos de este mundo
de risa demente y castañeante.
Sobrevivamos a nuestro siglo sin perder el acorde.
Sobrevivamos a nuestro siglo siendo hijos de una sangre
muerta.
En aquella ciudad de las afueras de ninguna parte
hay palmeras festejándose el contraste
-a todo contraste-
contra los polígonos industriales,
alguien quiso plantar aquí un Benidorn triste,
alguien quiso plantarlo en nuestra mente.
Y allí vas tú.
Tú
que eres un guión
de Almodóvar
sufrido en todas tus carnes.
Nadie sabe tu verdadero nombre.
No existe tu verdadero nombre y no te importa.
Nadie sabe qué guerras te atraviesan los ojos.
Los nublas en una danza extraña y no te importa.
Gritemos juntos a mamá que vuelva
Sobrevivamos a nuestro siglo
jugando a ser humanos al rescate unos de otros.
Silencio de azulejos blancos.
Duermen,
descansan el peso de toda una sociedad,
el sudor de sus delirios secándose contra la almohada.
Tranquilos de sus terrores
por saberse a salvo bajo el aliento de sus amantes.
En una carrera salvaje tras los ángeles que les tocaron la sien,
les coronaron con oxido
y les volvieron locos.
La beatitud de los rostros.
La mente esparcida tras un dolor desconocido.
La paranoia de un desquicio mundial
y vosotros flotando otras preguntas.
Representando la atemporalidad absoluta de vuestro ahora.
Atravesando de luces los fantasmas.
Con ojos de cisne
abandonado
y un réquiem secreto en la garganta.
Es SENCILLO:
Una sensibilidad extrema
(No es otra cosa).
Y los lugares a los que es capaz de llevarte
(En serio,
No es otra cosa).
Solo estoy aquí para decirte
Foto Sara Baquero Leyva
http://sarabaqueroleyva.wix.com/foto-grafias
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