30.3.16

Diagonales y almohadas limpias.

La inmensidad de las puertas cerradas
me ha forjado la sed de los relámpagos
(incapaz de asumir la tristeza, sin poder mirarla a la cara, huyéndola)
Me rocías de gotas saladas el pecho
y colocas diagonales tentando mi férreo y caricaturesco intento de orden,
asaltando las seguridades que me lamo como un perro viejo,
embelleciendo mi vida con tu fiesta de distorsión
(incapaz de asumir mi caos, sin poder mirar a la cara a mi caos, huyéndolo).
Las fachadas se han empapado de una lluvia oscura
y con la manga de la camisa y saliva intento restituirles sus colores originarios.
¿Cómo nos atrevimos?
¿Cómo se nos ocurrió, dime?
Bombardear todo lo acunado
quedándonos en un silencio espectral
en el silencio salvaje de la tierra arrasada por la explosión.
Y entonces un delicado misterio:
amaneció todo el día ininterrumpidamente
todo el día
ininterrumpidamente
un sol tras otro.
Cuando uno terminaba de salir,
una guirnalda blanca lo colgaba de cualquier pedacito de horizonte libre,
comenzaba a salir el siguiente.              
Mis ojos guardaron demente atención a esa gelatina ámbar que cubrió el cielo,
hay tanta luz que no nos podemos entender.
Salgo corriendo con mis pies de sed
en ruta diagonal y con almohadas limpias como alas
(disfrazada de todo lo que me dejaron los mil amores que me inundaron)
hacia la tierra prometida por los ángeles de la bohemia.

http://sarabaqueroleyva.wixsite.com/foto-grafias/portugal


No hay comentarios:

Publicar un comentario