30.3.16

Lo que quise decirle en su tormenta de niños en guerra.

Brilla como el canto de la luciérnaga en la cueva
con la seducción de las nubes
y la calma, la inmensa calma del deshielo.
Gracias por los sueños,
por la tenue voz con que meces mi descanso,
por no abandonarme en mi carrera hacia la libertad.
Flota entre las luces del amanecer como un ser salvado de culpas
y deja a tu risa saltar por los tejados del mundo.
No palidezcas ante tu propia belleza, créetela.
Escala tus montañas como un baile,
piedra tras piedra,
pisada tras pisada,
un dulce baile de ninfas y suspiros de esfuerzo.
Las cornisas se vuelven infinitas pasarelas para la orquesta de mis deseos.
Crecen al pie de mi ventana briznas de hierba que cosquillean mis ilusiones.
Piso la tierra, tan real y sincera tierra
mientras brotan de mi boca amores llenos de plumas
...volando tan lejos...
...volando tan cerca...
amores llenos de plumas.
La mente permitiéndose la perfecta imperfección,
la mente permitiéndose estrellas deliciosas.
Hay una fiesta donde la purpurina nos da la bienvenida
y la invitación es incansable y amable.
Mis manos se recogen entre las tuyas formando un juego de afectos que nos abraza enteros.
Amores llenos de purpurina nos dan la bienvenida.
Silbemos en la tormenta.


Foto "Rue Rivoli 59" de Sara Baquero Leyva
http://sarabaqueroleyva.wixsite.com/foto-grafias/par-s

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