30.3.16

Me decían que a orillas de mi bañera la bandera era verde
-Permitido aquí baño sin riesgo de naufragio-
A orillas de mi bañera no había mareas rojas, me repetían
Y fue cierto, desesperantemente cierto. 
El atrapamiento escogido, recomendado o simplemente aceptado 
Estalla un buen día en un baile de anhelos
Una pugna de deseos impulsaba mis pies a otras tierras 
El leve sueño de la montaña
El rastro de la cima que un día fue propia 
El congelado susurro de un ángel, 
dime en virtud de qué.
Pero ¡salú mis queridos fugitivos!
Encontré algo genuino en mi
y al otro lado de las lágrimas, créanme, no había tanta soledad.
Dime, alma amiga, ¿desde hace cuánto me miras? 
¿Por qué lo haces?
Acaso me quieres, 
creyera cualquiera que me cuidas.
Te echaba de menos.
Estas abriendo los tragaluces
y me esta invadiendo la luz de tu compañía.
Escaleras de papel nos conducen 
por buhardillas blancas que no poseemos.
Reímos y confiamos
como doscientos niños que jugaran a colar la luna en una esperanza. 
Oh! Victoria!- grita desde gradas eternas,
al borde de la afonía, 
todo nuestro amor.

Foto Sara Baquero Leyva http://sarabaqueroleyva.wixsite.com/foto-grafias



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