30.3.13

Sonríe lo que pasó.

Sonríe, sonríe lo que pasó: que quisimos vivir entre fantasmas oníricos en un vacío de sueño algo que nunca existió. Sonríe pese a la nostalgia de mariposas de vuelo lento, porque fuimos una lluvia de acero sobre la mentira de las políticas y no perdimos la luz en el intento. Sonríe estos últimos segundos mientras nos damos cuenta de que hemos sido muy valientes pero sólo dentro de nuestro juego. Desanda los puentes de arco iris nocturnos y comprueba que contra esta realidad no te rompes porque hay pan caliente, niños que ríen y afectos eternos que te salvarán siempre. Sonríe lo que pasó, siente el aliento del mundo agitando el trigo verde. 


Foto Sara Baquero Leyva

Una verborrea de Gabby una tarde que bebía zumo de mandarina en un banco.

"Una línea de la mano rota
sujetando una vida
de cuatro extremos
de dos tiempos
de dos personas a cual más insolente con el destino
haciéndose eco de la ruptura
los nudillos se agrietaban con el frío
la sensación más calma es un guante de lana gordo
combate ese absurdo de "tocando fondo puedes estar tranquilo, a peor no irá"
no hay porqué reconfortarse en el barro
tienes derecho a los mismo amaneceres que cualquiera
tampoco el barro es tan terrible
sólo es tierra mojada
y un poco pringosa
pero nos gusta la tierra y nos gusta la lluvia
así que tampoco nos tiene que asustar
si llegamos de cuando en cuando hasta las orejas de barro
es bonito creer que existen los viajes en el tiempo
aunque se deban a la siniestra conjunción entre dos agujeros negros
y nunca tendremos remota idea del transcurrir de segundos
podemos aprender que no existe
y tratar de sacarle las cosquillas a los ciclos en que fluimos
llamas de energía en la sangre
no me he perdido pero casi
bah! qué más da lo que digo
en un rato
EL VERDADERO VERSO SERÁ LA LIBERTAD SONRIENDO EN TI SALIENDO DE LA BOCA DE METRO
mientras entre zumo de mandarina
escuchar a la gente por la calle y reírte con sus bromas
esas expresiones divertidas y puras
es una gran comedia el mundo y la vida
y que gane la luz por más tragedias que tapicen nuestras sociedades
yo sociedad quería creer que era gente cuidándose
no un ejército de caracoles de patata cabreados por su paso por la freidora
no un desgarro de mariposas blancas salpicando rojos de dolor
yo sociedad quiero creer que es gente cuidándose
y no es un desquicio
es un gran amor
y nunca me rindo con los grandes amores."
GLPD.

Foto: Sara Baquero Leyva


Piel de mariposa.

Caen los platillos chinos del malabarista.
Las palabras calladas pierden el equilibrio.
El grito de una verdad que desangraría los silencios.

Siempre hay...
un libro sobre la libertad en el cajón de expurgo,
una mariposa blanca en la lavanda.

Perdóname
porque sólo soy una bata blanca más
que no sabe cómo
devolverle justicias a tu piel.
Una bata blanca más
que aún no ha descubierto el secreto que recupere
los anclajes de tu epidermis.

En este mundo en que la ciencia avanza a golpe de dólar,
no cesemos la voz.
Que sepan del recorrido de tus cicatrices,
que no miren para otro lado,
que no se atrevan a silenciar el escozor de tus ampollas
tras deshumanizadas estadísticas.

Que no se asuma el sin-remedio
de que alimentarte te duela.
Que gire la rueda médica tras las curas
y en ella viajen también las vendas que envuelven tu piel.

No hay enfermedad rara
mientras haya una sola persona que la padezca.
No permitiremos excusas de terminologías alejando el problema,
no más investigaciones atadas a las economías
en frenética y macabra danza.

Perdóname, sólo soy una bata blanca más
que sólo sabe desinfectar tus heridas,
tratar de ganarle partidas a las secuelas.
Una bata blanca más
gritando por tus caricias de cristal.

A la sombra de la escombrera.

Desear con todas nuestras fuerzas
encontrar rincones de luz
entre escombros de un mundo desterrado.
un mundo de seres desterrados,
de luces de neón llenas de mugre
parpadeando sus últimos fogonazos.

Le dolemos a la Tierra y la enfermamos,
y sin decencia nos creemos
con derechos sobrenadantes
a los de otros co-habitantes de este planeta,
llamados menores en inteligencia o sentimientos
sólo porque no tenemos ni idea
del idioma tras los arrullos de los gatos
o el canto de los delfines.

Poder resumir las noticias
en un inmenso "GAME OVER"
y salir corriendo repartiendo relámpagos rojizos,
como las ardillas cuando corren bajo el sol,
sólo que los nuestros están hechos
de señal de prohibido, de aviso de peligro,
de pánico.

Miro la estatua del ángel caído,
su silueta de alas rotas.
¿Cuántos niños directamente nacen
en los infiernos que hemos creado
sin haber cabreado a ningún tipo de dios?
En nuestros periódicos las alas infantiles se deshacen
entre casas desahuciadas, esclavitudes,
hambrunas, sed, fiebres, bombardeos
en la noche Siria dejando atrás el hogar
y la escuela y el presente y el futuro.
Terrores estremecedores,
inocencias arrancadas.
No hay juegos de magia
ni cuerda con la que trepar a la luna
cuando pisan sin zapatos
fangos ácidos y contaminados.

¿Cómo puede ser que en cada ciudad
la historia, antes o después, haya dejado
varios "monumentos a las víctimas"?
Menos en aquellos lugares donde
las víctimas son tantas...
que se llaman "ciudadanos",
si se les llama de alguna forma.

Para muchas personas
la tierra prometida, la de las grandes oportunidades,
es la misma del país que les roba los recursos
y les sume en la pobreza.
Sigue habiendo mujeres
que sufren las calamidades de ser "nada"
mientras sostienen todo el peso de la realidad
en sus hombros y le rinden batalla.

Sigue habiendo hombres y mujeres,
padres y madres,
que ven arder el pedacito de tierra
con el que alimentaban a sus hijos
y luego sudan labrándola
por las miserias que les dé
la misma multinacional que les echó
entre cenizas e impotencia.

La salud y la educación
pasan al mejor postor
y a tu buzón llegan
con "factura de hipoteca y a callar",
que menudo derroche que todos
pudiéramos superar la enfermedad
y tener la llave a un futuro.
Muere un joven sin oportunidad de otro destino
por un decreto inhumano y les parece exagerado
que lo tachemos de apartheid sanitario.

¿Cómo confiar en un mundo
donde no se salvan primero los niños?
Por ellos precisamente.
Por cada una de sus risas entre juegos.
Porque ahora, en algún lugar de un campo de refugiados,
un niño recibe un lápiz y un cuaderno
y bailan dichosos sus ojos
como esponjas por la pizarra.
Porque ahora, en algún lugar de Madrid,
un animal abandonado encuentra un hogar
y la naturaleza, pese a todo, sigue explosionando vida
y flores de hielo árticas como estrellas en las aguas.
Porque nuestro sino es ser poesía infinita,
le pese lo que le pese a los seres petro-dolar.

A la ternura... a la ternura... a la ternura...

"Pies encallecidos por las huidas, ojos puestos en un escondite extraño. Odio poder contarte que supe del frío interior hasta el extremo, que me permití la inyección de anestesia directa al centro de cada sensación. Una jaula asfixiante en la que nada te conmueve ni excita ni entristece, en la que el mundo te toca y no puedes sentirlo. Del último mamut supe que los glaciares no son eternos. La risa de un niño bajo un sol de marzo embistió los hielos. Ahora, que hasta yo me río de la ingenuidad con la que acumulo intenciones, sé que sólo soy el resultado de lo que me juré aquel día. Sigo avergonzándome de mis lágrimas, pero ahora al menos no me dan miedo. Sigo reconociendo con familiaridad las vías de escape, pero ahora estoy demasiado enamorada de saberme viva como para volver a recorrerlas. Amo, más incluso que al amor, a la ternura... a la ternura... a la ternura... a la ternura... a la ternura que me salvó las aguas claras. Por eso, cada vez que la encuentro me hace galaxias la vida."
Gabby Lechuga Pies Descalzos

Maria Helena cada martes nos regala un juego.

Caballos blancos volaban en la tierra batida
zumbaba el viento en mis oídos un destino infinito
todos los caminos salvajes tramas insensatas de nuestros sueños
"pienso en mi miedo la noche aquella
cuando los caballos silbaban en la alameda"
pienso en tantas fábricas de intoxicación
monotonías de un mundo que no queríamos ver tan gris
pienso en los miedos, en todos los miedos que caben bajo una bata blanca
pienso en la primera mano que estreché a la izquierda de una cama
con tantos instrumentos sosteniendo su vida
y esa sonrisa entregada
pienso en vosotros
y en ese desbocado caballo blanco
que al fin ha galopado a vuestro destino:
que el amor no pierda el pulso en una camilla.


"Poder gritar algo más que viento"
Alguna vez quise ser viento
para colarme entre tus pies
hacerte cosquillas en los pulmones
jugar con las páginas de tu libro de noche
acurrucarme en el ínfimo espacio entre las sábanas
y tus sonambulismos.
Ser aire para formar parte de tu risa.
Quería gritarte que me he enamorado de ti.
Quería gritar que estoy harta de la política.
Quería gritar tantas cosas...
"Poder gritar algo más que viento."

"Y retumba en mis oídos
la ola de tu recuerdo"
Y te recreo entre vinos
y ninguno sabe tan bien
como sabrían tus labios...
si fuera merecedora de ellos.
Háblame, no pares,
hables de lo que hables yo sólo siento
que no hay un mejor momento en mi vida.
Llueven estrellas me avisó un cantor
y en tus ojos llovían cientos de versos.
No lo pienses,
llueve sobre mi piel tu risa
y arde en deseos de ser cualquier segundo perdido entre tus gemidos.
Dame la oportunidad de algo más que soñarte.
Déjame enseñarte cómo pueden llover besos en cada uno de tus resquicios.
Te recreo
"y retumba en mis oídos la ola de tu recuerdo"
tu recuerdo me parece tan lejano pese a no serlo
porque cada segundo sin ti marca una eternidad no exprimida de mi vida.



"no seré yo quien mate la última hormiga"
ni la primera ni la segunda
soy más de mirarlas danzar
tirando del mundo en sus filas negras
y amar que sean tan pequeñas
tan pequeñas como nosotros
y saber que la hierba
no la fuman ni la pisan
la recorren como si fuera un planeta entero
"no seré yo quien mate la última hormiga"
si seré quien la ame
aunque quienes nos ven como hormigas
jamás dirían lo mismo. 



Foto de Sara Baquero Leyva

Insomnio nº 100.

Enterrarnos en esta bendita sed de libertad
que nos hizo hijos raros de un mundo
con los caminos trazados.


"Y golpear con fuerza la tierra en estampida silenciosa y ser crines al viento y marcharse lejos... No lo ves porque tú no puedes ver la libertad estallando con su titánica tempestad, con sus caricias de cristal burbujas siendo cielos enteros de colores y anhelos..." Gabby Lechuga Pies Descalzos




Las copas de vino han chocado,
derraman su interior en el mantel.
Miramos absortos esa herida de nuestro destino.
Bébeme entera,
aunque solo sea una vez y de un trago,
bébeme entera.
Para que cuando me rompa
no quede nada con lo que empapar la mesa.



"La vida era una burla continua así que se puso su mejor gorro de bufón y acudió a la actuación dispuesta a estrellarse y de cada golpe salió una carcajada viva y de cada tartazo en la cara una dignidad por nadie comprendida. Tal fue su loca ceremonia que hasta la propia vida aplaudió y la risa, una vez más, les salvó a todos." Gabby Lechuga Pies Descalzos



Brindo por los años luz que nos salvan
de la red de las fronteras del sentir y el existir.



"Nombres que nos resuenan a canción dulce susurrada desde la eternidad que agita el trigo verde. Nunca tengo frío. Sólo tengo que tararear tu nombre con los ojos cerrados como con un bello mantra... y entonces el aliento del mundo, entonces llega el aliento del mundo. Ya no tengo frías las manos,
ya
 no
nunca. " Gabby Lechuga Pies Descalzos



Una risa de aquellas que te sacan las entrañas,
así se juró que sería su vida.


"Y la hierba mojada descalzos me das la mano hemos llegado a un lugar distinto. Que algún día caminaremos descalzos por la hierba húmeda saludándonos con abrazos amándonos desde el primer momento. Aullar fuerte las lágrimas a la luna que se las traga y las devuelve lloviéndonos flores, aullaros un te quiero desgarrado." Gabby Lechuga Pies Descalzos


  El miedo es alejarnos de este cielo de vahos de energía libertadora que percute nuestras almas como si fuera la membrana de un djembé


"Incendió los caminos de huida. Nadie debía encontrar sus huellas. Nadie vería ese dolor frio que teñía sus ojos. Y la ternura, la ternura también se incendió. Los ecos de Pierrot como cenizas en el suelo. Por eso lloró al mirarse al espejo viejo del patio abandonado. Por eso aquel pasó a ser su hogar, no mas techos. Solo cielos. Solo... solo... cielos." Gabby Lechuga Pies Descalzos



La huida en busca de la libertad no es huida si busca en el salvaje corazón de las cosas.




"Vivir al límite de la protección interior por saborear hasta el último gramo de éxtasis en todo ha de asumir el riesgo de que los dolores te destruyen hieren con más facilidad y ahí es cuando dentro de la jungla emocional necesitas arroparte recuperando la paz interior. Y seguir siendo así como soñábamos, pies rojos salvajes plumas y piel descubierta con sueños de bosques no masacrados. Seguir siendo Pierrot desconsolado por amar a la luna. Seguir siendo lo que siempre jugamos juntas ser." Gabby Lechuga Pies Descalzos


arrancando la voz de nuestro extasiado amado puro imperfectamente prodigioso rincón inconquistable.




Foto de Sara Baquero Leyva

La dirección de giro de la timidez.



"No sé cómo pasó ni porqué. Sólo me di cuenta tarde que mi mente estaba lanzando en cohetes todas mis ideas sin filtro. Contigo, porque tus ojos resultaron seguros, cálidos y sentí dentro que no juzgarías, que entenderías esos quebrantos mezclados con caos, con euforia y con locura y más de una estupidez. Los veía salir volando y sólo cuando caía sobre mí el reflejo de lo dicho retumbaba dentro y comprendía mis propias palabras y cómo de desastre podían ser aquellas que no podían elevarse y explotaban en el suelo arañando la acera, abriendo un hueco de distancia por el que se colaron mi vergüenza y mi miedo. Y así te quise más que nunca y me asusté más que nunca y probablemente giré hacia fuera invirtiendo mi tozuda tendencia." 

Gabby Lechuga Pies Descalzos 

Macarrones.

En la cocina
todo me sale siempre para dos o más.
El inconsciente calling...bip bip...
¡Déjame tranquila Freud!
Ya sabes que yo
voy de "forever young"
y lo de "rebel independance"
al final siempre nos altera la fluencia.
No insistas psico-conciencia,
mejor cómete los macarrones que hay para dos, como siempre.

Pronto, una sonrisa libre.

Con qué valor negar
que rodar por los inviernos de este mundo
no
es
igual
si se hace al abrigo de otro cuerpo.

Hay razones que nunca convencen
por mucho que sean
las más sensatas
que hayamos
odiado
en nuestra vida.

Decirte adiós
quizás no fue su decisión más inmaculada de certezas
ni el convencimiento cesó los titubeos de la voz
ni abandonó la garganta la duda de los "peros".
Qué lejos
(tantas veces)
lo que se debe
y lo que se querría deber.
Era la mujer de su vida
y la estábamos perdiendo
por un golpe de raciocinio inmutable.

Cuántas veces las circunstancias nos disponen
ser ángeles en un teatro del absurdo
llorando vértigos
reclamando a los sentimientos el abrir de puertas.

¿Cómo no va a asustar
que a alguien le baste una llamada
para detonarte los "te quiero" de la garganta?
¿Cuántas veces ponerlos en "mute"
para dejarnos sólo a nosotros mismos estas guerras?
Recordar que un día te enamoraste
y que el tiempo logre
que saberlo te despierte una sonrisa libre
libre de lágrimas, de besos al viento amargos,
una sonrisa libre y viva,
una sonrisa al tiempo

sólo con saber que un día te enamoraste. 
Abrir los sentidos y los instintos, 
abrir la cama, 
abrir la piel, 
abrir la boca 
                el cuello 
                          las manos 
y sin aviso, 
con toda la imprudencia del mundo, 
derramar sin juicio la copa en la mesa para mirar 
                        en silencio 
a los sentimientos empapando la madera. 

Saberlo entonces y sonreír, 
          en silencio,
sólo sonreír.

Ashvhaghosha.

"De todas formas -añadió Alvah- , todo termina siempre en lágrimas." Kerouac

Un incorruptible standby en todo lo que quise creerme
se deshacía en gigante granulado la película de esta ruta en sepia
tan vintage modernita
así atascándose la cinta al dejar de fluir la garganta
quemarse prendido por un anhelo abandonado
juraría que al soplar la pestaña caída se echó a suertes mi boca
viendo reír la tuya encontré el sentido de las infancias
luna me devuelve un reflejo de pierrot absurdo atascado en un ascensor roto
a cucharadas desayuno bruma de bosque
el liquen me respira el norte de la piel

"Como los pájaros que se congregan en los árboles al atardecer y luego desaparecen al caer la noche, así son las separaciones del mundo" Ashvhaghosha

una parte en mí no volverá jamás
y permanecerá todo porque en realidad pasado y futuro no existen todo está ocurriendo a la vez
abre o cierra los ojos no cambiará nada
dicen que en los sueños no distinguimos entre el hecho y el deseo
dicen que en la niñez no distinguimos entre el hecho y el deseo
ni un miedo capturándome la nuca
la excitación de desgarrar a mano desnuda la jungla de mi inconsciente en busca de alguna-verdad-propia-con-la-que-alimentar-el-espejismo-de-mi-madurez
lanza la luz de tu mente al universo y volverá empapada de estrellas


Cielo de varios soles.

Lo que me grité dentro muy fuerte
durante varias vidas.
         - Un cielo lleno de soles.-
         - El ámbar.-
         - Sentirse aguarse los ojos en el calor de un abrazo.-
Por ejemplo y seguro.
"Búscalos" me repetía cada mañana.
Un eco de auxilio que no dio para más,
llegó el olvido de todo lo que somos
como pasaporte de crecimiento,
como si madurar fuera aceptar la resignación en la mirada.
Algo dejó de arder.

Una noche de verano se derramaron el vino tinto y las cerezas,
fue temporada de nectarinas en un patio flamenco,
una lumbre ámbar abrigando las ternuras.
Adentrarme en mi jungla emocional,
volver al nudo de mis entrañas
y enmudecer al encontrarlas llorando de alegría.

Descubrir que la felicidad me llena las manos si estoy dispuesta a crearla.
Y así, llenarse el cielo de soles. 

Micronoides.

Dejó de ser un oso así, un día sin aviso, bajo un zumbido constante. Árboles vendidos ya antes de ser talados, ya antes de germinar. Siempre hay una mariposa blanca entre la lavanda y es libre. Huye del asfalto con mis deseos creciendo en sus alas. Días de querer  ligarte al mundo, besarle y a solas (con ternura) decirle que tranquilo, que vamos a hacer lo imposible por lograr un lugar del que las mariposas no se quieran catapultar.



En la agreste altura de la montaña enredarte en la carrera de una manada de caballos libres. Respirar el viento que bate en ese momento sus crines. La tierra llora toda la ternura de sus entrañas alimentando una yegua a su potro, patas temblorosas sosteniendo el lunar de su rostro. Venir al mundo a bebernos la pureza de su salvaje belleza. 



Así sin aviso, un gesto atravesándote rompiéndote en agua los ojos derramando saciada sed de ternura. Que ni estabas respirando porque te costaba creerlo o te daba miedo que un parpadeo y ya no fuera cierto que algo así te estaba pasando. A ti, sí, te está pasando, sigue respirando y no te olvides nunca de este momento.



Era yo misma la aterrada y lo que me aterraba. Si me ves haciendo tonterías sólo es mi forma de volverme lo bastante loca para saltarme mis miedos. Soy un desastre, perdona, no sé hacerlo de otra forma. Cuando algo es muy real la resaca de sentimientos se hace imperdonable. 




Ya decía Patty que al MIR había que hacerle un poema

Y la situación y la medicina como amante exigente
Y una semana y tres días, cuenta atrás


En pleno caos
entre calma frígida
e histeria contenida.

En un bombardeo de cafeína
para no cerrar los ojos cada mañana.
En un ataque de ibuprofenos y hierbas santas al cerebro
para lograr cerrarlo cada noche.
Dar un "ya me tengo que ir" tras otro
a quien me estaba salvando las alegrías.

Es esta lucha que una vez más me has abierto.
Siempre quieres que me desangre los deseos y la energía por ti.
Una prueba de lealtad tras otra
para luego nunca garantizar mi sueño
o hacerme buscar otro camino más largo,
otra bala en la recámara,
otro futuro que aprender a amar dejando lejos
el idolatrado
y anhelado lugar
que te rogué en tu cama.

Pues bien, 7 años y 7 meses después
aquí tienes la maldita prueba que pedías:

ni por estas he podido dejar de quererte.

"Manuel Becerra antes daba al campo."

Así me hablabas
de tu barrio y el mío
mientras escuchaba tus pulmones el día que te conocí
-"pues sí, de allí de toda la vida"-
Y así fue
hasta que vino todo el peso del tiempo del universo
y se derramó sobre tus ojos.
Te marchabas arañando con dolor la vida,
no lograbas sujetarte el alma.
Nadie logró retenerla
por más que tus manos...
Por más que las nuestras buscaran a qué aferrarse.
Bastó un segundo para enfrentarnos
al salvaje y humano rostro de la muerte.
Y con ese miedo quebrándote
nos desplomamos sobre el silencio de la asistolia.
Tu hija se rompió llamándote
y ninguno de nuestros brazos sabría explicarle porqué.
¿Cuántos gramos pesa el alma?
Todo lo que puedan pesar
las luces que se esconden en un rostro vivo.
Ese calor que se escapó de tu cuerpo
                                                              en un parpadeo
pesaba un infinito.
Todo lo que amamos del mundo y de nosotros
ahí, en el alma, lo llevamos tejido.
Y cuando ves cómo ocurre cuando nos abandona
no lo olvidas

no lo vuelves a dudar. 
"Como un péndulo: un-dos-un-dos (qué hacéis) un-dos-un-dos (qué miráis, qué hacéis, qué calláis ahora). Un péndulo señalando el punto de vacío, no hay tesoro, sólo lágrimas fáciles. No preguntes, sabes que no quieres conocer la respuesta. Dudas, tambaleas el saco de mentiras tras vidriosos ojos. Explotará en tus propias manos, manchará todas las falsas vidas que queramos dibujar. Tropieza, cae, se derraman gota a gota los últimos renglones de esperar paces invisibles, frágiles, arañadas sin fuerza de los ojos. Supervivientes no, infravivientes que no pueden creerse esta pesadilla recurrente. A nudos de espalda escribo las historias. Siguen cayéndose los andamios mientras escapo de un loco lanzando cuchillos sin apenas poder despegar mis pies del suelo en un miedo sin punto final porque ninguna de las muertes hace diana. Una nana de ibuprofenos para que no estalle la cabeza antes de quedarnos dormidos. ¿Qué haces aquí? ¿Qué fue triste harapo, qué fue de ti todos estos años? ¿Por el suelo de qué lona has rodado para traer tanta sangre y tanto sudor?"

GLPD 

Ilimitadamente viva.

¿Has visto alguna vez a la lluvia correr?
Yo sí, y he corrido tras ella,
luchando porque me empapara,
luchando por el deseo de bebérmela entera.
Me tumbo en el centro de un lago helado,
escucho resquebrajarse el hielo
y así van nevando sobre mí los años.
Suicídamente al límite,
ilimitadamente viva.
Ha llegado la noche de estrellas titilantes y calladas,
un silencio puro venido de los susurros del giro de la luna
derramando sobre nosotros la calma,
la plenitud de toda la paz de los instantes eternos.
Coge mi mano y siente mi pulso cantar,
me he bebido la lluvia y he bailado sobre el hielo.
Voy a amarte ilimitadamente viva,
coge mi mano y siente mi pulso aullar.

https://www.youtube.com/watch?v=MuWT1rAsV_Q&list=UU-ws4kl56UWDYxMw9CoM6cA
"La paranoia microscópica. Un cosmos explotando en silencio. Infinitas conexiones, todo tipo de respiraciones  y todo ¡BUM! ¡¡¡es eléctrico!!!!  Escucha el latido, siente las turbulencias de la sangre, una marea de destinos sedientos. Ata todos los globos y deja que te eleven hasta donde se entrecruzan los humos de los aviones. Tenemos la clave del ansiado vuelo bajo las costillas. La psicodelia hecha ruta, una guerra de chispazos, el caos de la historia evolutiva. El bullicio de todas tus mitocondrias respirando a la vez, escuchalo, intenta escucharlo pero no, no, no, es demasiado, tanta confusión que podrías llorar sin saber si es un milagro o un zumbido sísmico que te llevará al borde de enloquecer. Es demasiado incluso para soñarlo y sin embargo todo puede no ser más que eso, el sueño eterno de un planeta en alucinosis extrema, la pesadilla de un agujero negro. ¿Hasta cuándo podrás dormir un universo entero? El éxtasis de la hierba verde con sus amantes exprimiéndose placeres regando la tierra con su abandono de la catástrofe, con su trampilla salvavidas. La sordera crónica rescatándonos del estruendo de nuestro propio cuerpo pero si alguna vez lo sientes, no tiembles, no grites, no te vuelvas loco, sólo recuerda que puede no ser más que materia onírica."

Gabby Lechuga Pies Descalzos

  


Él.

Él 
es de los que te abraza
y logra sostener tus escaleras lunares, 
aunque sean de cristal.

Se puede caer el mundo 
pero no entre sus brazos no...
ahí, creedme, se esta a salvo.

Él te mira y te inyecta amor en vena
y ya puede el mundo tratar de desangrarte,
darte la espalda,
gritarte que te cures de tus locuras,
introducirte en el laberinto de la incomprensión.
Ya puede el mundo lo que quiera
porque él te mira y te inyecta amor en vena
y te arropa y ríe comprendiéndolo todo.

Todos es más fácil,
no te sientes tan perdida 
si él te mira.
Si además sonríe sabrás
que es pura ternura
lo que con cada latido impulsa.


Demasiado otoño para seguir inventándonos eternidades.

Hay demasiado otoño para seguir ignorando el desastre del desgaste.

Las noches ya no son descanso, 

un mundo onírico poblado de esperpentos en batalla.

Demasiadas hojas muertas en el suelo para seguir confiando en el tiempo.


Cuanto queráis.

Llenad la realidad con resacas de sirenas de alarma.
Haced calles repletas de luces de neón
que sólo sepan parpadear
y llenarse de mugre y sangre
con nuestras decepciones y miserias.
Poned un cartel que diga:
"no hay vino, ciudadanos, sólo cebollas".
Atacad la vida ajena
con vuestro epitafio a la libertad.
Mientras él, entre aplausos,
con sus tacones y bucles pelirrojos,
quema vuestras rasgadas vestiduras.

Meted toda la verdad, si es que existe, en un bunker
y que os baste una respiración para encender la mecha.
Que nada se oiga fuera,
bajo tierra demoledor y silencioso
todo se manchará de hielo
con ese brillo suicida de algunos inviernos.
Mientras nosotros con las orejas rojas
y el moquillo colgando,
nos miraremos al espejo,
le repetiremos a nuestras ojeras que lo prometimos,
dijimos que siempre jugaríamos
transparentes y sin miedo,
que nos empaparíamos de cada lluvia del planeta,
que nos salvaríamos a colores.
Siempre tan transparentes como niños,
gamberros, alegres y tiernos.
Queriéndonos como cachorros de la misma camada.
Así que disparad cuanto queráis,
hay una risa en el mundo que nunca podréis apagar.