30.3.13

La bombilla.

Una bombilla colgando 

precaria 

de un cable nos iluminaba.

Sentados abrazados como niños asustados,

todos los juguetes rotos,

sin fuertes de vaqueros e indios.

Yo prefería ser indio y hacer las batallas

de plumas y pecho descubierto.

Pintémonos rayas en la cara

que nos hagan semidioses valientes.

Hagamos girar la bombilla sobre nuestras cabezas,

creamos así que nos rodea la luz

pese a ser sólo un chispazo

que de milagro nos bendice de lejos nuestra tiniebla.

Sólo nos iluminaba una bombilla

colgando precaria del techo

y aun así nos daba miedo


y nos arrinconábamos en una esquina. 

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