Abrirme en dos el pecho
contra la esperanza de la primavera.
Reventando los candados,
deshacerme de una piel
con alarma anti-incendios.
Quedarme sólo con un alma esquiva
que sigue hibernando
y no quiere saber nada de nuevos guiños.
Creer que has abierto las puertas
mientras tu felpudo dice "not-WELCOME".
Querer ver en ti a quien corría,
agitando piernas y brazos, con el corazón
explotando cien veces por minuto en la sien,
hacia un mundo que todo lo prometía.
Medirte en la esquina donde quedaron señalados,
en carrera contigo mismo,
meses pasados de continuo crecimiento
y comprobar que sigues midiendo el mismo 1'68 del mes pasado.
Que sólo ganas centímetros de temor
a mostrarte con las persianas subidas.
Rompo un calendario y corro a estrellarme contigo.
El calor de encontrarnos desnudos
bien merece que me rompa mil veces los huesos.
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