30.3.13

Una historia y tres poemas, y pasan por todo los años.

Acurrucada en la arena
rompiendo contra mi cuerpo las olas
para que suavizara el mar
mis grietas y abismos.
Para ser suave arena
acariciando tus pies.


Suspírame (I)
Han caído los pétalos de puro desvergonzada
tu mirada...
Me salaste el alma sin escozores
para convertirme, con el agua de tu boca,
en mar indómito, inmenso,
que estalla en mil espumas con el viento de tus palabras.
Suspírame despacio...que tenemos toda la vida.


Suspírame (II).
"Que tenemos toda la vida" te decía
creyendo rendida la primavera a nuestros besos.
Pero no la tuvimos y me suspiraste incompleta.
No quiero amor, no lo echo de menos.
Extraño, y vaya si lo extraño, TÚ amor.
Ese tuyo...sólo tuyo...
Regazo con cartel de hogar
para el resto de mis días pagué,
con besos, el alquiler.
Si es que me dispongo a rehacerme,
me lanzo a robarte mi último suspirarme
para devolvérmelo todo...
(...y me detengo...)
No, no quiero desaparecerte del todo.

Aprendo a caminar con varios alientos menos,
dejo a mi almohada, cada noche,
rezando incansable tu nombre.
A este edredón le sobran centímetros,
todos los de tu piel ausente.
Volveré a enamorarme.
Pero no será esta noche febril.

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