Azúcar en su más salvaje forma.
La guindilla más tierna del mundo.
El desperfecto de la norma.
Un perfecto error.
Ahora que no hay testigos disparas
sabes disparar a matar...
pero ni siquiera eso permites,
a desangrar lento y agónico
el brotar de la energía vital desangrándose.
Que no te tiemble la mano,
te vas a joder esta vez
al no ver temblar mis ojos.
Ya no te tengo miedo,
he vuelto intacta de mi jungla emocional,
de la búsqueda eterna
en la autenticidad de lo salvaje.
Una revolución de barro,
musgo, nubes, lunas,
helechos y flores.
Janis cantando
cómo en un tiempo verde una flor...
una flor se enamoró del sol.
Manos entrelazándose
Un arco iris nocturno
Cuerpos sin fronteras amando y riendo
Almas sin máscara ni huesos rotos
Descubrimos que podíamos ser felices.
Nos llovieron flores,
me proclamé Gabby Lechuga Pies Descalzos
a piel descubierta con sueños de bosques no masacrados
y aullé todos los te quieros
como si me fuera la vida en ello.
Saborear hasta el último gramo de éxtasis
que habita en tus ojos.
Arroparme al límite de la protección interior
y alcanzar la libertad de la revolución
de las flores enamoradas del sol.
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