30.3.13

Es cierto, me asusto con cualquier atisbo de realidad. Te admito que cuando siento muy real la vida, cuando me doy cuenta que algo es cierto y autentico, suelo sentir un vértigo atroz que no se manejar. Me asustan las alturas, mi vida, y ésto que siento por ti es tan real que tiemblo a la par de miedo y de felicidad. Más de felicidad y de otros bluses bellos... Pero aun así ¿cómo no me va a dar miedo que te baste una llamada para detonarme los te quieros de la garganta? Al menos logré ponerlos en "mute" y dejarme sólo para mi estas guerras y que tú todo esto no lo oigas ni lo veas ni lo sientas...

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