Nombres que suenan a canción dulce susurrada desde la eternidad que agita el trigo verde. Susurrada desde los labios más suaves del mundo. Susurrada y gloriosa como dormir enredando mi cuerpo al tuyo...¿cómo iba a tener frío? Y nunca más lo tendré... solo tengo que susurrar esa canción, cerrar los ojos tarareandola como un bello mantra... y el abrigo de tu nombre... el abrigo de tu nombre... ¿ves? Ya no tengo frías las manos, ya no.
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