30.3.13

...Entonces conmigo mejor que no se atrevan a nada.

No me culpen malditos,

ustedes no saben ni querrían saber.

Si sólo van a sacudirse las manos tras el juicio redentor,

perdonen que ni me moleste en declarar,

en contratar una defensa

o alzar mi voz ante su tribunal.

No se atrevan, malditos.

Si pasan sin mirarme,

no se atrevan luego a analizarme

cuando saque deliberadamente los pies

de sus fronteras mentales.

No se atrevan a enjaularme.

Yo sólo quiero que nos broten flores

y entre rejas se morirían de pena

así que excusenme si no asisto

a la gala de presentación.

No crean que aquí escondo

ni desdén ni desprecio.

Yo sólo ansío que me quieran libre.

Si no se atreven a eso...

entonces conmigo mejor que no se atrevan a nada.


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