30.3.13

Podrías llamarlo "On the boat".

Dejar que Venecia se trague en sus aguas
todos los dolores del amor desvanecido.
De la soledad que encarcela,
de su falsa sensación de libertad.

Ciudad de luna llena y antifaz blanco,
te tragaste todo y lo hiciste tu mar,
las nostalgias tornaste
en el salitre que envejece tus casas.
De los suspiros de almas errantes
hiciste un puente junto a la plaza
que se inunda en las mareas altivas.

Perdona tu mi necedad, Venecia,
y trágate el dolor de las esperas
o trágame a mí y méceme
en los misterios de tus callejones de agua.

Yo amé, sin coordenadas, sin límites,
pero esas llaves de destino abierto
no eran para mí, las intenté coger,
hasta con los dientes,
y se escapaban por los canales,
como ese barco de nuez
con deseos escritos que no volveremos a ver
pero que soñaremos llegando
a alguna playa africana.

Foto de Sara Baquero Leyva

No hay comentarios:

Publicar un comentario