30.3.13

Coso mis dignidades.

Perdóname, creí que sabías que me iba,
creí que veías cómo me ahogaba entre las dudas.
El tiempo era un fantasma desintegrándose
que con su risa de dientes castañeantes
ridiculizaba nuestro intento de controlarlo.

Me entregué al desastre,
no valgo para otra cosa, mi amor,
que para naufragar llegando siempre en el último segundo a la orilla.
Esta vez la marea me ha arrastrado tan lejos de tus ojos...
Aquellos ojos que lloraban versos,
que estremecían mis entrañas,
que eran la síntesis de cielo e infierno.
Las olas me han querido salvar de mí misma,
yo ingratamente reniego sobre esta arena que no huele a ti.

Perdóname, creí que sabías que me iba,
creí que veías como me ahogaban las dudas.
Coso mis dignidades y me juro nunca más dejar de respirar.

Me lo juro siempre una última vez. 

Fotos de Sara Baquero Leyva

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