30.3.13

Caminos de algodón.

Hay unos pájaros verdes preciosos
en lo alto de varios escuálidos,
desnudos, altos y dignos árboles.
En el vértice exacto de cada una
de las finas ramas,
descansan balanceándolas con su peso.
Así, al viento, se mecen todos juntos
en un equilibrio que parece imposible.
Pero claro, ellos no caen, ellos vuelan...
y cada vez son más inalcanzables.
Como tú.

Llenaré nuestros caminos de flores de algodón
para que tus pies sólo encuentren suavidad
cada vez que te vayas,
cada vez que vuelvas, si quieres.
De algodón que silencie mis pasos
y así no oigas mis torpes intentos de salir en tu busca.
Encuéntrame tu cuando quieras,
encuentra mi abrazo y haz mi calor tuyo
el tiempo justo de quererme.
Quiéreme tanto y cómo quieras.
Yo no me marcho,
tampoco te lucho.
Porque como diría un gran poeta,
"existes, me basta".

En paz, sin gritar anhelos,
sin hacer de cada resquicio
un hueco donde pertenecernos un poco,
sin alma partida llorando cardos.
En paz, mirándote marchar,
marchándome yo también,
pero siempre con un saco de algodón en las manos
para que sólo necesites
buscar la suavidad bajo tus pies
cada vez que quieras encontrarme. 


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