Seamos infinitos.
La tormenta empapa nuestro cuerpo
y seguimos en llamas.
Nos arden las ganas.
El deseo es demasiado fuerte.
He arrancado la venda de mis ojos.
De cuajo las cuerdas de los temores.
Quiero verlo todo en toda su magnífica intensidad.
Respirarlo todo,
respirarte cuando me abrazas y sentirte muy dentro,
aunque me muera cuando te vayas.
Saborearlo todo,
que hay pieles de canela y bocas de cereza esperándonos.
Sentir todo como si me golpeara
y estremeciera y agitara
como lo hace el aire y las luces
cuando volamos sobre el asfalto
y gritamos sacando la cabeza por la ventana.
Corramos a por nuestra merecida felicidad
y que cualquier fuerza invisible ,
destino, dioses, karma... corra con nosotros a por ella
o se vaya al diablo.
Todo nace de la eterna interacción humana,
depende de nosotros, somos nosotros...
Tenemos que salir a buscar lo que merecemos.
Porque nuestro momento heroico
empezó el día que abrimos los ojos por primera vez
a un mundo que se presentó del revés.
El pie desnudo sobre la tierra,
tumbarse en la nieve y agitar los brazos
para inmortalizar así las alas que sabes que tienes
y que mientras el frio te duerma las orejas
y tu alma estalle mirando un inmenso cielo.
Un cielo que llenas de risas
que rebotan por los techos de este mundo.
Brindo con el néctar de nuestros sueños
por una vida de deseos inagotables,
de bailes inagotables,
de sed inagotable,
de amor inagotable,
de rumbos inagotables,
de gozo inagotable.
Por una vida cargada de instantes
que nos hagan jurar que somos infinitos.
https://www.youtube.com/watch?v=m3SjCzA71eM
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